Los análisis han confirmado la posibilidad de producir electricidad gracias al proceso de acción realizado por una bacteria que actúa sobre los compuestos orgánicos.
Se trata del microorganismo denominado Geobacter metallireducens, que consume y descompone, en este caso, el compuesto fecal y es en una de las etapas de este proceso cuando se produce el mágico proceso que caracteriza a dicha bacteria por generar electricidad.
El microbio descubierto en 1987 en la rivera del Potomac, en Washington D.C., se ha convertido en la oportunidad de ahorro que avizora el Museo de Ciencia de Londres para solventar los gastos que lleva a cabo.
Según consigna el portal de noticias de la BBC, a través de esta aplicación los administradores de dicha institución pretenden iluminar 15 mil ampolletas que iluminan las salas del edificio (Ver imágem de museo)

La investigación, encabezada por el científico Derek Lovley incluso sorprende por la vanguardia con que avizora el futuro de esta tecnología. “Podría aventurar que esta creación estará presente en los automóviles del mañana”, afirma (Ver imágen).
